De Maialen a SAGARA: una transformación consciente

Hoy quiero contarte algo muy especial. Maialen fue mi primer impulso creativo, el nombre con el que inicié este camino de joyas con alma. Pero como todo proceso vivo, sentí que la marca también necesitaba transformarse... y acercarse aún más a mí y el camino que he escogido.

Por eso, Maialen se transforma en SAGARA. Un nombre que nace desde el mar, desde lo profundo, desde lo que me habita. Un nombre más personal, más alineado con la energía que quiero compartir.

SAGARA representa fluidez, fuerza sutil y conexión. Es un puente entre la materia y la intención, entre la belleza y la energía. Aquí convergen el arte, lo ritual, lo simbólico. 

No es un punto de partida nuevo, sino una evolución natural. Una forma de honrar mi camino, con más honestidad, más raíz y más esencia.

Bienvenida, bienvenido, a SAGARA.